20110808




Hoy no tengo muchas cosas que decir. Hoy no vengo a abrumarlos con mis memorias de la infancia ni a decirles cómo descubrí a tal o cual banda. Tampoco les contaré ficciones apocalípticas o recuerdos que adecuo para que se escuchen mejor.

Hoy quiero hablarles de algo real y actual. Una sensación que desde hace un par de semanas me llena por completo y que ha puesto en mi rostro una sonrisa que, a decir verdad, no tenía desde hace mucho tiempo. No me malinterpreten, con esto no quiero decir que solo lleve dos semanas felíz, de hecho, mi producción intensa de endorfinas abarca aproximadamente poco más de 6 meses. Lo que es muy cierto es que esta sonrisa de la que les hablo incluye muchísimas cosas.

Mi vida ha dado un vuelco radical. He comenzado una nueva etapa y todo esto se refleja en formas psicosomáticas maravillosas. Esta nueva etapa involucra, por ejemplo, un nuevo hogar, con mi chica y todo lo que esto conlleva. La emoción de buscar un sitio que a ambos nos haga sentir bien, dejar atados los cabos que significa abandonar nuestros departamentos, la mudanza, la adquisición de un par de muebles nuevos, ajustar nuestras rutinas, en fin, muchísimas cosas que, por muy abrumadoras que parezcan, cuando se hacen por las razones correctas, resultan emocionantes y en extremo placenteras.

Así que como les decía al principio, hoy no tengo mucho que decir. Hoy no quiero hablar de otra cosa que no sea mi felicidad y lo que para mí significa.

-Sunday morning, on the bed two half-eaten croissants. Sunday morning we'll soon be on the boulevards

----------------------------------------

Quiero musicalizar este post con una canción de una de las bandas más infravaloradas que conozco. En estos días la traigo muy pegada y refleja a la perfección lo que siento. Espero que la escuchen y me disculpen por tanta felicidad vertida en este texto, la semana que entra volveré a mis líneas habituales.

Peter Bjorn and John - Paris2004


No hay comentarios: