Esta noche me recuerda a una de ésas en casa de mi madre durante mi infancia. Afuera la lluvia incesante; dentro, todos todos dormidos. Todos menos yo.
Con las luces apagadas y con únicamente mi walkman haciéndome compañía, pasaba horas fascinado con la extraña música que mi primo solía compartirme. Repasaba sus cassettes grabados una y otra vez, preguntándome de dónde diablos había sacado aquellas oscuras canciones. Melodías tenebrosas que enrarecían la atmósfera de mi habitación en esas madrugadas.
Me preguntaba si habría alguien más en el mundo haciendo lo mismo. Alguien que se sintiera igual que yo. Alguien tomando rutas distintas, buscando compañía en la música, poniéndole banda sonora a las sombras, encontrando refugio en las mismas canciones. Me quedaba dormido imaginando quien podría ser.
Los años (esas unidades cíclicas que el hombre ha inventado para contabilizar su angustiosa existencia) han transcurrido. Cantidades incontables de música han pasado por mis audífonos. Pocas cosas logran que me emocione como antes, será que me estoy haciendo viejo...
Quince años después, por casualidad, encuentro esas canciones en una colección que no es la mía. No sé si sea por la empatía o por motivos sentimentales, pero esa sensación que me llenaba cuando niño se vuelve a hacer presente cuando presiono play."¡Qué gran canción", pienso.
Quince ciclos después he hallado a la persona que hacía lo mismo, que tomó el otro camino, que pasó las noches a oscuras oyendo la misma música que yo. "¡Qué buena canción!", me dice ella, "me sabe a infancia".
- Does someone somewhere care and understand? It's just a trick of the light.
The Chameleons UK - Monkeyland
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